Esta reserva se localiza en la provincia de El Oro, en el suroccidente de Ecuador, muy cerca de la frontera con el Perú. Se caracteriza por proteger ecosistemas secos que incluyen bosques y matorrales. También resguarda bosques de manglar.
Esta reserva presenta en su parte norte pequeñas colinas. El resto es más bien una planicie costanera amplia y con manglares en el filo litoral. Dentro de la reserva se encuentran algunas áreas de cultivo y zonas de pastos.
Flora y fauna del bosque seco
El principal atractivo del área es el bosque seco tropical. Se pueden realizar caminatas en la zona para observar las diferentes especies de flora que, aparte de perder sus hojas en la época seca, florecen en ciertos momentos del año, inundando de color al bosque. Por ejemplo, el guayacán, al igual que el bototillo, florece de amarillo intenso. El fernán sánchez en cambio presenta diferentes tonalidades de rosas y café. También se pueden observar aves, reptiles y, con un poco de suerte, mamíferos. El sector conocido como Píntag Nuevo es donde se recibe a la mayor parte de los visitantes.
Arenillas protege principalmente bosques y matorrales secos. De hecho, es el área protegida que más matorral seco protege en todo el Ecuador. Los ecosistemas secos se caracterizan por desarrollar importantes estrategias para su supervivencia. La principal es que los árboles pierden sus hojas durante la temporada seca. Esto evita que la poca agua que existe se escape de los árboles por evapotranspiración (transpiración a través de las hojas). Entre las especies que tienen estas estrategias están el guayacán, el ceibo y el palo santo. Otros árboles, como el algarrobo o el muyuyo, tienen hojas pequeñas que también evitan una pérdida importante de agua. Además, las raíces de estos árboles tienen la habilidad de entrar muy profundo en la tierra en búsqueda de agua.
Sendero El Venado. Es un recorrido de 1,6 kilómetros que permite conocer una parte del bosque seco y sus especies endémicas de flora y fauna. Aunque el recorrido es de dificultad suave, es necesaria la asistencia de un guía.
Sendero Ardilla. Se recorren 3,5 kilómetros de bosque seco; se pueden observar aves y especies propias de la zona. La dificultad es media y se requiere del apoyo de un guía.